Aunque esta conocida tarta es emblemática entre los postres americanos, disponible en las estanterias de cafeterias y restaurantes desde 1960, hay que rescatar su origen en Europa, donde los cocineros empezaron a incluir ingredientes vegetales dulces en lugar de frutos secos cuyo coste era más elevado. Una de la primeras recetas es inglesa y data de 1699, ahí queda eso, ¡madre mía!, aunque la versión que hoy conocemos se recogió por primera vez en un recetario en el año 1929.
Para hacer esta tarta he seguido los pasos de la receta del blog "mas edimburgo", es la primera vez que la he hecho y tengo que asegurar que está riquiiiiiisima.
Como siempre, espero que os animéis a hacerla y que la disfrutéis con todos los vuestros.
Ingredientes
Para la masa
4 zanahorias medianas picadas o ralladas
275 gr. de harina
1 cucharadita de levadura
1 cucharadita de bicarbonato
1 cucharadita de canela molida
225 gr. de azúcar
200 gr. de azúcar moreno
340 gr. de mantequilla sin sal atemperada
4 huevos pequeños a temperatura ambiente
2 cucharaditas de esencia de vainilla
120 ml. de zumo de naranja o manzana
3 cucharaditas de nata líquida para postres
Para la cobertura
250 gr. de queso mascarpone
2 cucharadas de azúcar glas
nueces caramelizadas
Preparación
1) Precalentamos el horno a 175ºC, y preparamos un molde (o dos, si es que disponemos de dos), con mantequilla y cubrimos el fondo con papel de horno.
2) En un bol mezclamos la harina, la levadura, el bicarbonato y la canela, lo tamizamos todo junto y reservamos.
3) En otro bol grande batimos la mantequilla unos segundos, para dejarla algo cremosa, y vamos incorporando poco a poco el azúcar moreno y el blanco. Tendremos que batirlo varios minutos hasta conseguir una mezcla cremosa, y si tenéis robot, mucho mejor porque cuesta un poco si lo haces a mano, como me ha pasado a mi (para ayudarme un poco he introducido el bol en el que mezclo todos los ingredientes en otro bol con agua templada, con mucho cuidado de que no entre agua en la mezcla, y esto me ha facilitado el trabajo).
4) A continuación incorporamos los huevos uno a uno, mezclando bien cada vez. Incorporamos la vainilla y continuamos batiendo.
5) Vertemos a la mezcla 1/3 de la mezcla de harina que tenemos reservada y tamizada, batimos y añadimos la mitad del zumo.
6) Añadimos de nuevo otro 1/3 de la mezcla de harina y el resto del zumo y batimos hasta mezclar bien.
7) Incorporamos el resto de la mezcla de harina y terminamos de batir hasta que esté todo muy bien mezclado.
8) Con la ayuda de una espátula añadimos la zanahoria y la nata líquida y removemos de nuevo muy bien para que queden todos los ingredientes muy bien mezclados.
9) Vertemos la mezcla en el molde (o si contamos con dos moldes, vertemos la mitad de la mezcla en cada uno de ellos), y horneamos durante unos 60-70 minutos si es un solo molde, o 30-35 minutos si tenemos dos moldes. El tiempo de cocción dependerá mucho del horno y del grosor de la tarta, así que lo mejor es que cuando haya transcurrido el tiempo recomendado comprobemos si está o no hecho pinchado con un palillo o pincho y si sale seco y limpio es que está en su punto, si no, pues lo dejamos unos minutos más hasta que comprobemos que está al punto.
10) Sacamos el bizcocho del horno y lo dejamos reposar en el propio molde durante 10 minutos, lo desmoldamos y lo dejamos enfriar sobre una rejilla.
11) Cuando se haya enfriado liaremos el bizcocho en papel film y lo dejaremos reposar en la nevera de 2 a 3 horas (si hemos hecho dos bizcochos los liaremos de manera independiente).
12) Para preparar la cobertura mezclamos el mascarpone con el azúcar glas, y si quieres puedes echarle un poquito más de esencia de vainilla, como una 1 cucharadita, y estará lista cuando tengamos una suave crema. Si tenemos dos bizcochos hay que doblar la cantidad de esta cobertura de queso o incluso triplicarla si quieres que tenga un buen relleno (yo lo he hecho así).
13) Para montar la tarta, ponemos una base de bizcocho y echamos una buena porción de la mezcla de queso y extendemos hasta cubrirlo entero, y a continuación ponemos encima el otro bizcocho, y es ahora cuando cubrimos bien con el resto de la mezcla de queso y lo vamos llevando hacia los costados hasta cubrir todo el lateral de la tarta, como puede verse en la foto. Si solo hemos hecho un bizcocho puedes cubrilo directamente con esta mezcla o puedes dividirlo en dos horizoltalmente y rellenarlo como ya he explicado, pero ir con cuidado a la hora de partirlo porque es bastante delicado.
14) Termina adornando la tarta con unas nueces caramelizadas o con lo que prefieras y pon la tarta en el frigo a reposar para que quede bien consistente, y a ¡disfrutarla!, ¡qué rica que está!.
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